domingo, 24 de julio de 2016

La muerte, parte intrínseca de la vida, ¿Por qué le tenemos miedo?

Cuando un ser vivo es engendrado, ese mismo instante aparece la muerte, la vida y la muerte son inseparables, es el único matrimonio que dura toda la vida, caso contrario no habría vida. No hay ningún ser vivo que dure eternamente, puede ser que vivan unos más tiempo que otros, pero no eternamente. Si bien es cierto que esto lo sabemos todos, el estado de inconsciencia no permite aceptar que la muerte es tan natural como el nacer. Las plantas, los animales y los niños recién nacidos viven en estado de inconsciencia, por la sencilla razón de que no tienen mente, no tienen ego, simplemente viven, pero en el caso de los humanos, a partir de que el niño empieza a desarrollar su mente identificativa con las palabras y las cosas exteriores que son enseñadas por sus padres, esa inocencia desaparece y empiezan a acumular pensamientos, patrones, pautas impuestas por los padres, la familia, la sociedad, la religión, la política, prácticamente dirigen tu vida como si fueras un ser mecánico. Pero todas estas enseñanzas impuestas han venido ligadas con el miedo, aunque aparentemente los padres consideran que desean lo mejor para sus hijos, de manera inconsciente están ocultando la verdad, les crean miedos superfluos, de esa forma pueden dirigir la vida del niño en dirección de lo que a ellos les interesa, de la misma forma tampoco permiten que desarrolle y experimente por su propia cuenta, siempre están creando miedo. Esto es algo que siempre ha existido de generación en generación, pero de todos los miedos creados, el peor es el miedo a la muerte y nadie quiere hablar de lo que es la muerte y sólo sacan a relucir la muerte cuando están enfadados o llenos de ira, cuando tienen envidia, celos, cuando son egoístas, ahí es cuando dicen: Ojalá te pudras en el infierno, ojalá te mueras atropellado, ojalá te maten por irte con putas, siempre están deseando la muerte de los demás, pero, ¿Por qué produce efecto el miedo a la muerte?
Nadie pide nacer, se vive mal y nadie quiere morir, así es como se piensa, nadie quiere morir, pero esto es una situación que no está en tus manos ni en la de nadie, simplemente llegará, nadie sabe ni cómo ni cuándo; los gobiernos, las religiones, los padres, siempre están ofreciendo seguridad, eso es tan falso que ni ellos mismo se lo creen y no se lo creen porque ellos son los que crean la inseguridad y producen el miedo, aunque el gobierno ofreciera un millón de policías para que proteja a una persona, los policías no podrían hacer nada ante la muerte, La muerte es la sombra que te persigue toda tu vida, no puedes separarte de ella.
Con las religiones pasa lo mismo, te prohíben hacer muchas cosas, porque si lo haces te irás al infierno, no podrás ir al paraíso, ellos te condenan y a la vez te perdonan,... y crean el miedo.
A la muerte hay que darle la bienvenida como a la vida misma, se consciente de que la muerte es una situación natural que todos los seres humanos no podemos evitar, no importa si eres, rico, pobre, hombre o mujer, niño o viejo, gordo o flaco, nadie está exento de la muerte. Cuando alguien cercano se muere, acéptalo como tal, ya llegó su momento de abandonar este mundo de la forma, no hay razón de aferrarse al sufrimiento por las personas que se mueren, todos vamos al mismo destino, unos llegan antes otros llegarán después, pero el destino es el mismo: Aceptar la muerte, es ser consciente de la existencia, no hay ninguna razón para tenerle miedo a la muerte, cuando aceptes que la muerte es parte intrínseca de la vida y dejes de tenerle miedo, todos los miedos desaparecen, cuando aceptes esta realidad, lo único que querrás hacer en esta vida es disfrutar al máximo el momento presente, haciendo y viviendo intensamente cualquier cosa que hagas en el ahora, en el aquí, desaparecerá por completo la búsqueda de la seguridad, porque la seguridad al igual que la justicia no existen. Vive tu propia vida, no dejes que el miedo entre en tu vida, vive en paz contigo mismo y deja vivir en paz a los demás.

No hay comentarios:

Publicar un comentario